abril 06, 2023 4 lectura mínima
Introducción
La shungita, un mineraloide negro no cristalino, ha ganado popularidad recientemente debido a sus supuestas propiedades curativas, purificadoras del agua y de protección electromagnética. Esta entrada del blog profundizará en la historia de la shungita, sus usos conocidos y sus posibles aplicaciones. Exploraremos los distintos tipos de shungita, sus características únicas y los posibles beneficios que pueden ofrecer.
Una breve historia de la shungita
La shungita recibe su nombre del pueblo Shunga en Carelia, Rusia, donde se descubrió por primera vez. Este enigmático mineraloide data de hace unos 2000 millones de años y se cree que se formó a partir de restos biogénicos de antiguos organismos microscópicos (Buseck et al., 1991). El primer uso documentado de la shungita se remonta al siglo XVIII, cuando Pedro el Grande, emperador ruso, la utilizó para purificar el agua de sus soldados (Ivlev et al., 2015).
Referencias:
Los usos comprobados de la shungita
Purificación de agua
La shungita se ha utilizado durante siglos para purificar el agua debido a su alto contenido de carbono, que puede adsorber impurezas como bacterias, metales pesados y sustancias orgánicas (Tyszczuk-Rotko et al., 2018). Diversos estudios han confirmado su capacidad para eliminar eficazmente los contaminantes del agua, lo que la convierte en un purificador natural viable (Lahermo et al., 1999).
Propiedades curativas
Las propiedades curativas de la shungita han sido objeto de amplio debate e investigación. La evidencia anecdótica sugiere que podría poseer propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antibacterianas. Sin embargo, se necesita más investigación científica para corroborar estas afirmaciones.
Referencias:
Shungita y protección EMF
Las propiedades de apantallamiento electromagnético de la shungita se atribuyen a su alto contenido de carbono, concretamente a sus fulerenos o "buckyballs", que son nanoestructuras de carbono únicas (Ivlev et al., 2015). Si bien algunos estudios han demostrado que la shungita puede atenuar la radiación electromagnética (Bogdanova et al., 2008), se necesita más investigación para confirmar su eficacia en la protección contra los campos electromagnéticos y la tecnología 5G.
Referencias:
Tipos de shungita
Hay tres tipos principales de shungita, cada uno con diferentes composiciones y usos:
Tipo I - Shungita Élite o Noble: Este tipo de shungita contiene entre un 90 % y un 98 % de carbono y se considera el más potente y valioso debido a su alta concentración de fulerenos (Murr et al., 2002). Se utiliza principalmente para la purificación del agua y la elaboración de joyas, así como con posibles fines curativos.
Tipo II - Shungita de Petrovsky: Con un contenido de carbono del 50 al 70 %, la shungita de Petrovsky se utiliza con fines decorativos y de construcción (Kiselev et al., 2015). También se puede utilizar para la purificación del agua, aunque con menor eficacia que la shungita de élite.
Tipo III - Shungita Regular: Con un contenido de carbono del 30-50%, la shungita regular se utiliza a menudo para la elaboración de esculturas, recuerdos y baratijas. Es el tipo más común y asequible, pero tiene aplicaciones limitadas en la purificación del agua y la curación (Kiselev et al., 2015).
Referencias:
La composición única de la shungita: el misterio de la buckybola
La presencia de fulerenos, específicamente C60 y C70, en la shungita ha despertado interés y curiosidad entre los científicos (Buseck et al., 1991). Los fulerenos, también conocidos como "buckybolas", son moléculas de carbono dispuestas en un patrón esférico y se identificaron por primera vez en 1985 (Kroto et al., 1985). El descubrimiento de fulerenos en la shungita, un mineraloide de 2000 millones de años de antigüedad, plantea interrogantes sobre su origen y si son nativos de la Tierra o posiblemente extraterrestres. Mientras el debate continúa, se necesita más investigación para esclarecer este misterio.
Referencias:
La shungita podría desempeñar un papel crucial en la purificación del agua, especialmente en zonas con acceso limitado a agua potable. Podría explorarse más a fondo como material natural de protección contra campos electromagnéticos (CEM). Finalmente, sus posibles propiedades curativas justifican mayor investigación.
Además, la composición única de los fulerenos de la shungita podría tener aplicaciones potenciales en nanotecnología, ciencia de materiales y almacenamiento de energía. Por ejemplo, se han estudiado los fulerenos por su posible uso en superconductores, energía fotovoltaica y almacenamiento de hidrógeno (Ruoff et al., 1993; Diederich y Thilgen, 1996). A medida que avance nuestro conocimiento sobre las propiedades de la shungita, estas aplicaciones podrían allanar el camino para soluciones innovadoras a algunos de los desafíos más urgentes del mundo.
Referencias:
Conclusión:
La shungita, con su composición y propiedades únicas, ha captado la atención de investigadores y aficionados. Sus usos comprobados en la purificación del agua, sus posibles aplicaciones en la protección contra los campos electromagnéticos y sus propiedades curativas la convierten en un material fascinante para explorar.
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