noviembre 14, 2023 12 lectura mínima

Receptores: Los comunicadores silenciosos | Cómo los receptores influyen en nuestra salud y bienestar

El cuerpo humano mantiene la homeostasis, un estado de condiciones internas estables, mediante interacciones complejas que involucran numerosos receptores repartidos por todo el cuerpo. Estos receptores desempeñan un papel vital en la monitorización y respuesta a los cambios en el entorno interno para garantizar la estabilidad y un funcionamiento óptimo. Los receptores son los comunicadores silenciosos que determinan nuestra salud y bienestar.

A continuación se ofrece una descripción general de cómo funciona este complejo sistema:

• Tipos de receptores: El cuerpo contiene varios tipos de receptores, cada uno especializado para detectar cambios o estímulos específicos. Estos incluyen termorreceptores para la temperatura, quimiorreceptores para los cambios químicos, mecanorreceptores para la presión física o el estiramiento, y nociceptores para el dolor.

• Detección de cambios: Los receptores monitorizan continuamente el entorno interno y externo. Por ejemplo, los quimiorreceptores de los vasos sanguíneos detectan cambios en el pH sanguíneo o los niveles de oxígeno, mientras que los termorreceptores de la piel detectan los cambios de temperatura externa.

Transmisión de señales: Cuando un receptor detecta un cambio, genera una señal. Esta señal suele presentarse en forma de impulsos nerviosos o mensajes hormonales. Por ejemplo, si la temperatura corporal aumenta, los termorreceptores de la piel envían señales al cerebro.

Procesamiento central: El cerebro y la médula espinal, como unidades centrales de procesamiento, reciben estas señales. El cerebro las interpreta y determina la respuesta necesaria. Por ejemplo, si el cuerpo está deshidratado, los osmorreceptores del hipotálamo detectan el aumento de la osmolaridad sanguínea y señalan la liberación de la hormona antidiurética (ADH).

• Activación de la respuesta: Según las señales recibidas, el cuerpo activa las respuestas adecuadas para restablecer el equilibrio. Esto puede incluir respuestas fisiológicas, como sudar para refrescarse, o respuestas conductuales, como buscar sombra.

• Ciclos de retroalimentación: Estos procesos suelen implicar ciclos de retroalimentación. En un ciclo de retroalimentación negativo, la respuesta reduce el efecto del estímulo inicial, manteniendo así la homeostasis. Por ejemplo, si los niveles de azúcar en sangre aumentan, se libera insulina para reducirlos, y una vez que se normalizan, la secreción de insulina disminuye.

• Mecanismos de autocuración: Muchos receptores también participan en los procesos de autocuración del cuerpo. Por ejemplo, los receptores del dolor alertan al cuerpo sobre una lesión, iniciando procesos de curación como la inflamación para proteger y reparar el tejido dañado.

• Interacciones complejas: Estos receptores no funcionan de forma aislada, sino que interactúan en redes complejas. Por ejemplo, los sistemas cardiovascular, respiratorio y nervioso trabajan en conjunto para regular la presión arterial y los niveles de oxígeno.

Los receptores corporales son esenciales para interpretar y responder a una gran variedad de interacciones complejas dentro del organismo. Son fundamentales para mantener la homeostasis e iniciar la autocuración, garantizando así un funcionamiento eficiente y eficaz del cuerpo en diversas condiciones.

RECEPTORES CANNABINOIDES CB1 Y CB2

Existe un creciente interés en las contribuciones medicinales de los cannabinoides. La mayoría de los estudios se han centrado principalmente en la planta de cannabis y su interacción con los receptores cannabinoides (CB1R y CB2R) del organismo. El CB1R se encuentra principalmente en el sistema nervioso central (SNC) y se relaciona con posibles tratamientos para enfermedades neuropsicológicas y neurodegenerativas. Los cannabinoides también afectan a diversos sitios periféricos y vías de señalización.

El cannabis se ha utilizado con fines medicinales durante miles de años. El descubrimiento de su principal componente psicoactivo, el THC, condujo a la identificación de los receptores CB1 y CB2. Estos receptores pertenecen a la familia de receptores acoplados a proteína G. El CB1R está involucrado en diversas afecciones, incluida la dependencia del cannabis, y presenta diferentes isoformas con patrones de expresión distintos en diversos tejidos. El CB2R, menos similar al CB1R, presenta diversas isoformas que se expresan de forma diferente en tejidos como los testículos y el bazo.

El sistema endocannabinoide incluye agonistas endógenos como AEA y 2-AG. Estos interactúan con los receptores CB1 y CB2, así como con otros receptores, y participan en la transmisión sináptica y la regulación del dolor. Sus vías de síntesis, transporte y degradación difieren. El 2-AG es un ligando principal de los receptores cannabinoides en el SNC.

La señalización mediada por endocannabinoides implica la señalización retrógrada, donde los endocannabinoides producidos en las terminales postsinápticas influyen en la liberación de neurotransmisores presinápticos. Este sistema participa en la depresión sináptica tanto a corto como a largo plazo y varía según la región cerebral.

El CB1R se expresa ampliamente en el cerebro y otras partes del cuerpo, influyendo en diversos procesos fisiológicos. Su expresión puede aumentar en ciertas patologías, afectando áreas como el hígado, el corazón y el tracto gastrointestinal. El papel del CB2R en el cerebro y sus efectos sobre la actividad neuronal aún son poco conocidos.

Los cannabinoides, derivados principalmente de la planta Cannabis sativa, interactúan con los receptores cannabinoides (CB1R y CB2R) del cuerpo humano. El CB1R se encuentra predominantemente en el sistema nervioso central y se relaciona con posibles tratamientos para enfermedades neuropsicológicas y neurodegenerativas. El CB2R, aunque menos conocido, también desempeña un papel en la modulación de la actividad neuronal. Los cannabinoides tienen un impacto significativo en diversos procesos fisiológicos, como la regulación del dolor, el control del apetito y el equilibrio energético. Participan en complejas vías de señalización tanto en el cerebro como en los tejidos periféricos.

Los efectos psicoactivos de los cannabinoides, en particular el THC, han limitado históricamente su uso clínico. Sin embargo, la creciente comprensión del sistema endocannabinoide y sus receptores ha abierto nuevas vías para aplicaciones terapéuticas. El potencial de los cannabinoides para su uso en combinación con otras plantas medicinales es particularmente notable.

Al combinarse con otros compuestos de origen vegetal, los cannabinoides pueden potenciar los efectos terapéuticos gracias a sus interacciones sinérgicas. Esta sinergia podría aumentar la eficacia de los tratamientos y reducir los efectos secundarios. La presencia de receptores cannabinoides en todo el cuerpo sugiere que los cannabinoides podrían mejorar la respuesta del organismo a otros compuestos naturales, lo que podría conducir a tratamientos más eficaces para diversas afecciones.

La creciente aceptación y comprensión del sistema endocannabinoide podría promover la integración de los cannabinoides con otras terapias basadas en plantas. Este enfoque se alinea con una visión holística de la medicina, que reconoce los beneficios potenciales de combinar diversos compuestos naturales para lograr mejores resultados de salud.

Distribución del CB1R en el cerebro y el cuerpo: El CB1R está abundantemente presente en el cerebro, particularmente en el bulbo olfatorio, el hipocampo, los ganglios basales y el cerebelo. También se expresa moderadamente en otras regiones como la corteza cerebral y el hipotálamo. Además de su presencia en las neuronas, el CB1R se encuentra en astrocitos, oligodendrocitos y microglía. Se destaca su papel en la mediación de la transmisión sináptica. Fuera del cerebro, el CB1R también se encuentra en el sistema nervioso periférico y diversos tejidos periféricos, donde desempeña funciones en la regulación del dolor, la movilidad gastrointestinal, el control del apetito y el equilibrio energético. Curiosamente, su expresión en el hígado y el sistema cardiovascular aumenta en condiciones patológicas, lo que contribuye a la progresión de la enfermedad.

• Función del CB2R: El CB2R, aunque menos conocido en comparación con el CB1R, se ha identificado en el cerebro y otros tejidos. Participa en la reducción de la actividad neuronal mediante mecanismos como la apertura de los canales de cloruro activados por Ca2+. Esto sugiere su posible papel en la regulación de la actividad neuronal.

Implicaciones y desafíos: La amplia distribución de los receptores cannabinoides y su participación en numerosos procesos fisiológicos subrayan los posibles beneficios terapéuticos de los cannabinoides. La investigación continúa explorando cómo estos compuestos pueden utilizarse terapéuticamente, aprovechando sus propiedades beneficiosas.

La presencia de receptores cannabinoides se extiende por todo el cuerpo. Estos receptores, en particular los CB1 y CB2, se encuentran en diversos tejidos, desde los folículos pilosos hasta los dedos de los pies. Esta amplia distribución resalta el gran potencial de los cannabinoides para uso terapéutico en diferentes sistemas corporales:

1. Piel y folículos pilosos: Los receptores cannabinoides están presentes en la piel, incluidos los folículos pilosos. Participan en la regulación de la fisiología cutánea, incluyendo el crecimiento celular, el crecimiento del cabello y la inflamación cutánea. Esto sugiere posibles aplicaciones terapéuticas para afecciones cutáneas como la psoriasis, el eccema y el acné.

2. Sistemas nerviosos central y periférico: Como se mencionó anteriormente, los receptores CB1 abundan en el sistema nervioso central e influyen en los procesos neuropsicológicos. En el sistema nervioso periférico, estos receptores participan en la sensación y modulación del dolor, lo que convierte a los cannabinoides en un posible tratamiento para el dolor crónico y la neuropatía.

3. Sistema digestivo: En el tracto gastrointestinal, los receptores cannabinoides intervienen en la regulación del apetito, la digestión y la inflamación intestinal. Esto sugiere posibles beneficios para afecciones como la enfermedad inflamatoria intestinal y el síndrome del intestino irritable.

4. Sistema musculoesquelético: Los receptores cannabinoides en los músculos y los huesos sugieren funciones potenciales en la relajación muscular, el metabolismo óseo y el manejo del dolor, lo que podría ser beneficioso para afecciones como la osteoporosis y la artritis.

5. Sistema cardiovascular: La presencia de receptores cannabinoides en el sistema cardiovascular indica su papel en la regulación de la presión arterial y la función cardíaca. Esto podría tener implicaciones en el tratamiento de afecciones como la hipertensión y la aterosclerosis.

6. Sistema reproductivo: Los receptores cannabinoides se encuentran en varias partes del sistema reproductivo, lo que sugiere funciones en la fertilidad, la salud sexual y posiblemente en el manejo de afecciones como la endometriosis.

7. Sistema inmunitario: Los receptores CB2 se observan especialmente en el sistema inmunitario, influyendo en la respuesta inmunitaria y la inflamación. Esto tiene implicaciones para las enfermedades autoinmunitarias y las afecciones inflamatorias.

8. Sistema endocrino: Estos receptores también juegan un papel en el sistema endocrino, afectando la producción y regulación de hormonas, lo que podría ser relevante para afecciones como la diabetes y los trastornos de la tiroides.

La presencia de receptores cannabinoides en estos diversos tejidos subraya el potencial de integrar los cannabinoides con otras terapias vegetales, aprovechando sus efectos sinérgicos para diversas aplicaciones terapéuticas. Este enfoque podría conducir a tratamientos más holísticos y eficaces para diversas afecciones, desde trastornos de la piel hasta dolor crónico, entre otras.

Además de los receptores cannabinoides, el cuerpo tiene miles de receptores que regulan la homeostasis y que ayudan al cuerpo a autocurarse.

Los receptores del cuerpo humano tienen nombres específicos, al igual que los receptores cannabinoides CB1 y CB2. Estos nombres suelen reflejar el tipo de estímulo al que responden, la sustancia a la que se unen o su ubicación en el cuerpo. A continuación, se presentan algunos ejemplos de receptores conocidos y sus funciones:

1. Receptores acoplados a proteína G (GPCR): Se trata de una amplia familia de receptores que responden a diversas señales, como hormonas, neurotransmisores y estímulos ambientales. Participan en numerosos procesos fisiológicos. Esta amplia familia incluye numerosos receptores específicos, como:

• Receptores de dopamina (D1, D2, D3, D4, D5)

• Receptores adrenérgicos (α1, α2, β1, β2, β3)

• Receptores de histamina (H1, H2, H3, H4)

• Receptores olfativos, que son responsables del sentido del olfato, cada uno detecta diferentes moléculas de olor.

2. Receptor de N-metil-D-aspartato (receptor NMDA): este receptor es un tipo de receptor de glutamato importante para controlar la plasticidad sináptica y la función de la memoria.

3. Receptores de acetilcolina (nicotínicos y muscarínicos): Son receptores del neurotransmisor acetilcolina. Los receptores nicotínicos se encuentran en el sistema nervioso y en la unión neuromuscular, mientras que los receptores muscarínicos se localizan en diversos tejidos, como el corazón, el músculo liso y el cerebro. Los receptores nicotínicos de acetilcolina (nAChR) se encuentran en varios subtipos, como α7 y α4β2. Los receptores muscarínicos de acetilcolina (mAChR) tienen cinco subtipos: M1, M2, M3, M4 y M5.

4.Receptores adrenérgicos (receptores alfa y beta): Estos receptores son dianas de la adrenalina (epinefrina) y la noradrenalina (norepinefrina), y desempeñan un papel clave en la respuesta de lucha o huida. Se dividen en alfa y beta, con subtipos adicionales como beta-1, beta-2, etc.

5. Receptor de insulina: Receptor que se une a la insulina y desempeña un papel crucial en la regulación del metabolismo de la glucosa.

6. Receptores de serotonina (receptores 5-HT): estos receptores se unen a la serotonina y participan en la regulación del estado de ánimo, el apetito, el sueño, la memoria y el aprendizaje.

7. Receptores opioides (Mu, Delta, Kappa): estos receptores se unen a los opioides y están involucrados en el alivio del dolor, la recompensa y las conductas adictivas.

1a . Receptores opioides mu (MOR):

• Ubicación: Ampliamente distribuida en el cerebro, la médula espinal y el tracto digestivo.

• Función: Los MOR son los principales responsables de los efectos analgésicos (alivio del dolor) de los opioides. También desempeñan un papel en el sistema de recompensa, contribuyendo a la euforia que suele asociarse con el consumo de opioides.

• Ligandos: Los MOR tienen alta afinidad por los opioides endógenos como las endorfinas y los opioides exógenos como la morfina y la heroína.

• Importancia clínica: Estos receptores son el objetivo principal de la mayoría de los analgésicos opioides. Sin embargo, la estimulación de los receptores de la membrana mucosa (MOR) también puede provocar efectos adversos como depresión respiratoria, estreñimiento y el desarrollo de tolerancia y dependencia.

2a . Receptores opioides delta (DOR):

• Ubicación: Se encuentra en el cerebro y en las neuronas sensoriales periféricas.

• Función: Los DOR contribuyen a los efectos analgésicos, especialmente en el dolor crónico y el dolor neuropático. También intervienen en la regulación del estado de ánimo, las respuestas emocionales y tienen efectos neuroprotectores.

• Ligandos: Estos receptores se unen a opioides endógenos como las encefalinas.

• Importancia clínica: Se están realizando investigaciones sobre el desarrollo de agonistas de DOR para el alivio del dolor, con la esperanza de encontrar alternativas a las terapias dirigidas a MOR, potencialmente con menos efectos secundarios.

3a. Receptores opioides kappa (KOR):

• Ubicación: Presente en el cerebro, la médula espinal y los tejidos periféricos.

• Función: La activación de KOR produce analgesia, pero también se asocia con disforia y alucinaciones. Participa en la respuesta al estrés, la regulación del estado de ánimo y el control del sistema gastrointestinal.

• Ligandos: Se unen a péptidos endógenos como las dinorfinas.

• Importancia clínica: El interés en los agonistas y antagonistas de KOR radica en su potencial para tratar la adicción, la depresión, la ansiedad y el dolor. Los agonistas de KOR pueden proporcionar analgesia sin el mismo potencial adictivo que los agonistas de MOR, pero su uso es limitado debido a efectos secundarios como la disforia.

8. Receptores tipo Toll (TLR): Son una clase de proteínas que desempeñan un papel clave en el sistema inmunitario. Reconocen patógenos y activan la respuesta inmunitaria.

¿Cuántos receptores tiene el cuerpo?

Dada la complejidad y diversidad de estas familias de receptores, resulta difícil determinar una cifra total precisa. La cifra probablemente ascendería a miles si se consideran todos los subtipos y variaciones dentro de estas categorías principales. El campo de la biología de receptores está en constante evolución, con el descubrimiento regular de nuevos subtipos y funciones.

El número exacto de tipos de receptores en el cuerpo humano no está definido con precisión, principalmente porque el término "receptor" puede referirse a una amplia gama de estructuras y funciones, y continuamente se descubren y caracterizan nuevos receptores. A continuación, se presenta un resumen de las principales categorías y algunos ejemplos:

• Receptores acoplados a proteína G (GPCR): Esta es la familia más grande de receptores en el cuerpo humano. Se estima que existen más de 800 GPCR en humanos, que participan en la detección de una amplia gama de estímulos, incluyendo hormonas, neurotransmisores y señales ambientales.

• Receptores ligados a canales iónicos: Estos receptores controlan directamente la apertura de los canales iónicos y son cruciales para la señalización rápida en el sistema nervioso. Existen muchos tipos, incluyendo canales iónicos regulados por ligando, como los receptores NMDA, AMPA y kainato para glutamato, los receptores GABA y los receptores nicotínicos de acetilcolina.

• Receptores ligados a enzimas: Estos receptores tienen un dominio extracelular de unión a ligando y un dominio intracelular que suele actuar como enzima o estar asociado a ella. Algunos ejemplos incluyen receptores de tirosina quinasas como el receptor de insulina, receptores de factores de crecimiento y receptores de citocinas.

• Receptores intracelulares: Estos receptores se encuentran dentro de la célula y suelen unirse a sustancias lipofílicas que pueden atravesar la membrana celular, como las hormonas esteroides. Algunos ejemplos son el receptor de glucocorticoides y el receptor de estrógenos.

• Otros receptores sensoriales: esto incluye una amplia gama de receptores en los sistemas sensoriales, como los fotorreceptores en los ojos, los mecanorreceptores en la piel y el oído interno y los receptores olfativos.

• Receptores del sistema inmunológico: incluyen una amplia gama de receptores en las células inmunes, como receptores tipo Toll, receptores de antígenos en las células B y T y varios receptores de citocinas.

Dada la complejidad y diversidad de estas familias de receptores, resulta difícil determinar una cifra total precisa. La cifra probablemente ascendería a miles si se consideran todos los subtipos y variaciones dentro de estas categorías principales. El campo de la biología de receptores está en constante evolución, con el descubrimiento regular de nuevos subtipos y funciones.

Cada uno de estos receptores forma parte de un complejo sistema de señalización que permite al cuerpo responder a cambios internos y externos, contribuyendo así a mantener la homeostasis y la salud general. Estos receptores pueden ser muy específicos en su función y en las sustancias a las que se unen, y su descubrimiento y estudio han sido cruciales en el desarrollo de numerosos medicamentos y tratamientos terapéuticos que Jampha Tibetan Pharmacy utiliza en el desarrollo de su línea de productos de infusión medicinal.

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